domingo, 21 de junio de 2009

CAUTION; BOY'S LOVE Parte 2

Había una nube en el cielo que sonreía. Después se fueron uniendo más nubes he hicieron un corro. Empezó a sonar una musiquita encantadora. Yo me uní a las nubes en el aire y mientras todos entonábamos la canción íbamos girando, felices. De repente todo brillaba a nuestro alrededor y yo me convertí en una nube feliz y ascendí, flotando. Qué ligero me sentía mientras el aire rozaba mi...¿piel?
Me desperté porque noté como una ráfaga de viento entraba por la ventana desordenando las sábanas. Me intenté tapar con el edredón pero una mano lo había apartado obligándome a despertar de mi feliz sueño. Era de mi hermana Neus (Nieves) que se había empeñado en no dejarme dormir. Me sobresalté.

-¿Qué? ¿Otra vez teniendo sueños de chicas, Dídac?- preguntó, sonriente, mientras se subía encima de mí y me aplastaba.

Me puse rojo como un tomate, seguramente habría soltado alguna risita feliz o tarareado en sueños. Dios...

-N...no, que va!

-¡Mentira!- grité riendo mientras me sujetaba las manos por encima de la almohada a modo de encerrona.

-¡Jo, quita! ¡Pesas mucho Né!

-¡Mentira!- repitió y se abalanzó a hacerme cosquillas. Era mi punto débil y ella lo sabía muy bien. Al cabo de un rato no podía parar de reirme y de retorcerme entre las sábanas, casi sin aire, pero en el fondo me encantaba.

-V...vale...jajaja...¡vale ya!...jaja..

Bueno, está bien- Neus se apartó y me miró de una manera que se suponía que era tierna.

En realidad sólo se llevaban 2 años, Neus ya estaba en la universidad, pero en cuanto a la edad mental les separaban unos cuantos años más. Neus era ya demasiado responsable para recién haber acabado el bachiller y era muy madura, tenía claro lo que quería. Por el contrario Dídac, que debería estar ya en 1º de bachiller había repetido 4º de la ESO (cosa que no le gustó demasiado) y era dormilón y alocado, aunque muy tímido en algunas ocasiones. Seguía siendo como un niño pequeño aunque ya tuviese 16 años. Y eso a su hermana le encantaba, así podía hacerle de rabiar. En realidad se llevaban muy bien y Neus siempre estaba ahí para protegerlo frente a sus padres en incontables situaciones en las que debido a su mala cabeza Dídac se había metido en líos tontísimos.

Hasta los 12 años había sido al revés. Los hermanos comenzaron el colegio y Neus iba siempre un curso por encima de Dídac en primaria debido a que él había empezado antes de lo que correspondía. En ese entonces Neus era asustadiza y lloraba porque sus padres no estaban con ella, por eso los niños de su clase se metían con ella y la llamaban mimada. Y durante cinco cursos de primaria Dídac la defendió. Por culpa de defender a su hermana se metió en muchas peleas y se hizo otros tantos rasguños pero no le importaba.

Luego llegó la E.S.O y Neus se fue al instituto dejando a Dídac en 6º de primaria. En el instituto se volvió valiente y decidida he hizo muchas amistades interesantes. Estudió y aprobó con nota todas las asignaturas, llegando a ser considerada una alumna modelo. Después entró Dídac en el mismo instituto pero nada volvió a ser como antes y casi no se veían debido a la gente con la que andaban y el desnivel de un curso a otro, además de porque Dídac también había repetido 1º.

Ahora Neus estudiaba Bellas Artes en la Universidad de la ciudad en dónde vivían y todo le salía bien. Pero a pesar de ello Dídac no la odiaba ni le tenía envidia sino que estaba orgulloso de a dónde había llegado su hermana y, por supuesto, de que le ayudara con sus estudios. Ahora Neus le devolvía el favor.

Después de un rato cavilando volví en mí y miré a mi hermana.

-¿Por qué me miras así?- me sentía incómodo cuando me miraban fijamente y me mosqueaba cuando esto ocurría.

-Por nada, es solo que os echo de menos, te hecho de menos. Con esto de la universidad ya no puedo estar tanto con vosotros.

Lo sentía de verdad, ahora ya no veía tanto a su familia y se estaba distanciando un tanto por el hecho de que ya era independiente y tenía su propio piso. Tan solo venía de vez en cuando a hacer alguna visita. Neus se abalanzó de nuevo sobre mí y me espachurró con miles a abrazos y besos. Ante esto solo podía hacer una cosa, dejarla y relajarme. Sabía que cuanto más me opusiese más me cansaría y sería peor. Además, a todos nos viene bien algo de cariño de vez en cuando.
Cuando acabó le pregunté:

-Y...y, ¿a qué se debe tu visita de hoy, Né?

-Ah, he venido a presentaros a mi novia.- dijo como si nada mientras se bajaba de la cama y se arreglaba el pelo con la mano.

-¿Quéééé?

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